Pages

La vision del demonio

Declaracion de principios

ESTE BLOG ESTA DE NUEVO ABIERTO AL PUBLICO, PERO CON ALGUNAS NUEVAS CARACTERISTICAS. ESPERAMOS SUS COMENTARIOS. COMO NORMA GENERAL NUNCA INPORTARAN LAS FALTAS DE ORTOGRAFIA O ERRORES GRAMATICALES.

MUCHAS GRACIAS POR SU VISITA, PERO RECUERDE DE HACER CLICK EN EL BOTON DE PAYPAL, CUANDO ME DECIDA A PONERLO, PARA SUS APRECIADAS DONACIONES. JUAN G. GARCIA




Friday, February 19, 2010

Los Riesgos de escribir en Internet

Estar dentro de Cuba, escribir en la red con tu nombre verdadero y criticar al gobierno, tiene sus desafíos. Desde el momento en que publiqué mi primer artículo, estaba consciente de que me convertiría a en un punto de mira de la Seguridad del Estado cubano. Desde entonces comencé a enfrentar los retos.
El primero de ellos fue tolerar que la policía política se entrometieran en mi vida íntima, tanto personal como familiar. El segundo fue ignorar el control, que supuestamente tienen sobre mis actos. El tercero fue exponer a mi familia. Para mí, estos fueron los más importantes. Después que lo superé, puedo decir que me siento libre.

Publicar mis trabajos con mi nombre, en Internet, me convirtió en una disidente confesa para el actual régimen gubernamental. Lo que ellos llaman un objetivo “CR” (contrarrevolucionario). Cuando tome esa decisión, estaba consciente que buscarían todo de mi pasado. Principalmente los secretos personales.

Realmente no hay una forma de saber cómo y cuándo, buscan y obtienen información sobre tu persona. Me imagino que utilizan la que desde niños tienen guardada, en cada una de las instituciones con que se relaciona el ciudadano. Por ejemplo en la escuela, el trabajo, en el barrio, etc.
Me imagino también que deben contactar con amistades, compañeros de aula, amigos del barrio, hasta con la familia. Es difícil saber quién puede delatarte. Cualquier persona que se relacionase conmigo podría darle información sobre mí, aún sin saberlo. Eso genera una especie de paranoia que te obliga a desconfiar de todos cuanto te rodean. Ver un agente o informante donde quiera.
Lo cierto es, que indagan todo sobre tu persona. Eso te lo hacen saber en cada una de las “entrevistas” que te hacen. Encuentros regulares, que en principio son para disuadirte: “estas en un mundo que no conoces, y nuestro deber es alertarte”. La disidencia es algo inmundo, y ellos el Cristo salvador.
Sin embargo, el objetivo de la seguridad no es que se deje de disentir, en este caso de escribir en la red y criticar al gobierno, sino que se empiece a colaborar, convertirte en uno de sus agentes o informante. Para lograrlo buscan los secretos oscuros, escudriñan en lo más íntimo de tus relaciones: amorosas, familiares, preferencias sexuales, cualquier cosa que le sirva para chantajear. Cuando descubren algo no tienen escrúpulos para utilizarlo y obligarte hacer lo que ellos quieren.
Incluso te asignan un agente de la seguridad. El encargado de conversar. El que te dice “estamos al tanto de tus visitas a…” y te hacen saber que ellos saben con quién te reúnes, a donde vas. Como para que sepas que te tienen controlado, y siguen cada uno de tus pasos. No importa lo que hagas, donde estés, ellos son omnipresentes.
Para enfrentar esta situación, en mi psiquis, me repetía una y mil veces: “mi vida es pública, no tengo nada que esconder, nada de lo que busque, ni lo que encuentre me va a afectar”. Así fue como superé los dos primeros retos. Sin embargo, lograr que lo que hago, no afecte a mi familia, es el más difícil.
La primera vez que contactaron conmigo, lo hicieron a través de mi papá. Le dijeron que me estaba reuniendo con gusanos, que escribía para un sitio en Internet de contrarrevolucionarios y que si no paraba yo podría ir a prisión. Mi padre fue excombatiente de la sierra maestra, oficial retirado de las fuerzas armadas y actualmente es miembro de la asociación de combatientes. En otras palabras, es fiel a esta revolución.
Pueden imaginarse lo que sucedió. Sin embargo, me amparé en mis derechos y les exigí que no inmiscuyeran a mi familia. Les hice saber de que era mayor de edad, responsable de mis actos y que solo yo debía asumir las consecuencias. No obstante, citaron a mi esposo a través del jefe de sector. Un agente de la autoridad que atiende una comunidad específica.
Aparentemente el motivo era que no trabajaba, por supuesto, no para el Estado. Resultó ser, que quien lo entrevistó, fue mi agente. Un muchacho que dice tener 27 años, y que se llama “Ricardo”. Trataron de provocarle celos: que yo salía sola, me reunía con hombres, etc. Los cubanos son muy machistas en ese sentido. Tuvieron incluso la desfachatez de pedirle colaboración. Querían que me prohibiera salir a determinados lugares.
Especial cuidado tengo con mi hijo. Tiene 10 años y está en la primaria cursando el cuarto grado. Creo que mis actividades, por el momento, no han trascendido hasta sus estudios. Pero estoy consciente de que eso puede suceder. Un incidente al inicio del curso me puso sobre aviso.
En mi casa tenía guardado una cajita con unos cuantos pulsitos que dicen “cambio”. Mi hijo sabía que no podía llevarlo para la escuela, pero ya saben cómo son los niños. Se llevo uno y lo cambio por dos bolas o boliches. La maestra vio el pulso y averiguo quien lo llevó al centro. Al otro día me mandaron a buscar urgente de la dirección.
Me preguntaron si sabía lo que significaba la palabra cambio en el pulso. Para ellos, eso era contrarrevolución y temían que alguien estuviera utilizando al niño para introducir propaganda enemiga en la escuela. Tuve que mentir y decir que me lo había regalado un desconocido por la calle, y que estaba ajena a lo que representaba.
Me preguntaron además donde trabajaba, el niño, con mucho orgullo, había dicho que yo era periodista y escribía para una revista en Internet. No lo negué pero tampoco lo afirme, yo ya estaba trabajando como abogada en un registro municipal de la propiedad. Institución estatal donde trabajó y pago mi servicio social como egresada de la universidad. Así se los hice saber, creo haber desviado su atención. Aunque reconozco que mi hijo comenzó a tener problemas en la escuela, hasta que tuve que cambiarlo de centro escolar. Si fue por mis actividades, eso no lo sé.
De cualquier forma siempre se afecta a la familia. El hecho de que la seguridad este investigando sobre ti puede descubrir cualquier negocio ilegal, de algún miembro familiar. En Cuba se vive al margen de la ley. El Estado supuestamente es el responsable de hacerlo todo, nosotros solo debemos estudiar o trabajar. Pero en la vida real, en el día a día, eso no es así. Los salarios no alcanzan, hay que buscar alternativas para sobrevivir. Por tanto se recurre a las ilegalidades, que hoy son un medio de subsistencia.
Después de la primavera negra del 2003 y el costo político y económico que estos hechos representaron para el gobierno (aislamiento internacional) los métodos de represión violentos, contra los disidentes que publicaban sus nombres en Internet disminuyeron.
Precisamente, que el mundo conozca el nombre y el rostro de la disidencia, personas de carne y hueso con existencia propia, nos da un poco de protección. No obstante los métodos sutiles de represión continúan y en ocasiones son mucho más efectivos, por que actúan en la psiquis individual. En fin, aún son muchos los riesgos que en Cuba se corre por escribir en Internet.
Laritza Diversent
12 Febrero, 2010

No comments:

Post a Comment